Origen del maquillaje

Sombra aquí, sombra allá, maquíllate, maquíllate…

Ese delineador que puedes encontrar en casi cualquier lugar o tu labial favorito, todos tus cosméticos tienen una historia y hoy te la vamos a contar. 

Todo comienza en el antiguo Egipto, la cuna de la cosmética, de hecho, se llega a asegurar que la primera moda del maquillaje se inició ahí, donde gran parte de la población era influenciada por la tendencia a maquillar su cuerpo y rostro, en hombres y mujeres. Eran los grupos más pudientes a quienes les encantaba usarlo, tonos puros y gruesos delineados, piel bronceada, ojos grandes y perfectamente delineados en forma de pez; cejas pronunciadas hasta la nariz, labios terracotas, además de tener la creencia que usar maquillaje los protegía de algunas enfermedades. 

En la época de la Grecia clásica todo cambió, era mucho más sutil, no es sino hasta la conquista de Alejandro Magno cuando es utilizado el maquillaje con mayor frecuencia, se espolvoreaba su cara de blanco (que era sinónimo de nobleza), marcaban sus pestañas, cejas y contorneaban sus ojos. De hecho, de ahí nace el nombre a partir del griego “cosméticos”, que se traduce como hábil en la decoración. 

En cambio, en Asia, las Geishas pintaban su rostro y cuello de color blanco, los ojos y las cejas eran remarcados con carbón. Las maiko (aprendiz de Geisha) además usaban rojo alrededor de los ojos. 

En la actualidad existen una gran variedad de maquillajes, dependiendo del objetivo que se persiga. El maquillaje es resistente y puede durar un día entero y además la gran diferencia con el pasado es que las sustancias que lo componen son más naturales, sin parabenos, sin materiales tóxicos o perjudiciales para la salud y para la piel y cada vez más respetuosas con la sostenibilidad y el medio ambiente.

SÉ PARTE DE LA HISTORIA DEL MAQUILLAJE, VISÍTA TU MARCA FAVORITA Y NO DEJES DE EXPRESARTE CON TU CUERPO.